15.9.15

¿Viva México?


Hoy es el grito de independencia. Yo recuerdo que hace algunos (muchos) años, esta fecha era motivo de celebración con mi familia; nos juntábamos todos los primos y tíos en la casa (normalmente mis papás organizaban) y celebrábamos llenos de orgullo; lo mismo en muchas casas de mis amigos y en general del país. Hoy ya no es lo mismo. Y no es lo mismo porque en el entorno nacional hay un sentimiento de pesimismo.

Prepárense porque hoy seguramente su FB se llenará de activistas sociales que gritarán y dirán que “no hay nada que festejar”, que si los “Peñabots”, que si “EPN es un vendepatria y un pendejo” (en lo segundo estoy de acuerdo), que “si los acarreados”, que si “al pueblo pan y circo con la Arrolladora”, “que si nos jodieron por una torta con refresco y vales de despensa”, y todo lo que se les pueda ocurrir. Tal vez tengan razón. 

No pienso ponerme a debatir si estoy de acuerdo con todos sus gritos de guerra (porque ninguno es argumento) y mucho menos pienso unirme a sus quejas de que no hay nada que celebrar en esta fecha. ¿Saben por qué? Porque México es mucho más que eso y yo sí tengo muchas razones para festejar este día.

Yo sí celebro porque cada calle de esta ciudad (y las de algunos estados) están llenas de recuerdos con la gente que amo y que ha marcado mi vida: Chiapas, Pátzcuaro, la Riviera Maya, Acapulco, Ixtapa, Morelia, Guanajuato, Zacatecas y muchos lugares más me dan motivos para sonreír cuando recuerdo los viajes y las personas que estuvieron a mi lado para compartirlos.

Y qué decir del DF con Coyoacán, la Condesa, Masaryk, la Roma, Xochimilco, Villa Coapa (entre otros): cuántas pedas, cumpleaños, reuniones, trabajos, abrazos, risas, besos, amor e historias guardan estas calles.

A veces se nos olvida que México no es una minoría de políticos que saquean descaradamente, sino la tierra que pisamos y la gente que vivimos en ella. Tal vez cuando aprendamos a valorar y agradecer el país que tenemos en lugar de quejarnos las cosas cambien y quizá ese día tendremos a los gobernantes que México se merece.

Mientras eso sucede yo seguiré diciendo: viva México hoy y siempre porque aquí nací, porque “a pesar de…” todos los días me da la oportunidad de vivir nuevas cosas, de conocer personas y lugares, de seguir sonriendo y maravillándome de todo lo que hay por descubrir: sus playas, sus ciudades coloniales, sus pueblos mágicos, sus pirámides, su cultura ¡su comida!, pero sobre todo su gente porque gracias a eso los conozco a cada uno de ustedes. Y por eso y más, como México no hay dos.

¡VIVA MÉXICO!



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