20.11.13

Corriendo y aprendiendo


Hace poco me aventé mis primeros 10 kilómetros en la Carrera Playboy aunque yo me había inscrito a la de 5, pero más allá de contarles por qué una distracción mía hizo que corriera el doble de la distancia que tenía proyectada, quiero hacer un recuento de lo que descubrí mientras sudaba como gorda en sauna. Ahí les va:

Primer aprendizaje. 
“Aunque el camino se vuelva más largo de lo que planeabas, la meta estará esperándote en el mismo lugar”.

En mi caso, yo iba mentalizado a correr 5 kilómetros pero terminé corriendo 10. Hablando de la vida en general, el hecho de que algo te vaya a tomar más tiempo del que calculabas o querías no lo convierte en una meta inalcanzable, sólo significa que deberás hacer algunos ajustes y adaptarte para lograrlo.

Segundo aprendizaje:
“Si te toca recorrer un camino diferente al que querías, la vida te está diciendo que puedes hacerlo”.

Cuando yo me di cuenta de mi error y que participaría en los 10 kilómetros, pude haber hecho dos cosas: lamentarme por lo que estaba sucediendo o prepararme mentalmente para llegar a la meta; elegí lo segundo y lo logré aun cuando yo muchas veces juré que no estaba preparado para correr esa distancia.

En la vida es igual, uno no encuentra un camino por casualidad y mucho menos lo transita sin aprender; cuando estamos en un lugar es porque debemos estar ahí para vivir algo que nos sirva más adelante. Por ejemplo, si no me hubiera equivocado habría corrido mis 5 kilómetros feliz de la vida pero sin el tiempo necesario para entender estos mensajes.

Tercer aprendizaje:
“Para lograr algo, sólo tienes que decidirte a hacerlo”.

¿Cuántas veces hemos dejado de intentar cosas por falta de confianza? El primer paso es el más importante, y de ahí cada paso adicional es una victoria.

Cuarto aprendizaje:
“Hazle caso a tu mente más que a tu cuerpo si quieres alcanzar tus objetivos”.

En mi caso, los kilómetros 6 y 7 fueron los más pesados; mis piernas me decían que no habría tacos suficientes para compensar a mi cuerpo por el esfuerzo que estaba haciendo, pero mi mente insistía en que cada vez faltaba menos. Muchas veces sentiremos que ya dimos todo lo que teníamos ¿pero saben algo? siempre se puede más.

Quinto aprendizaje:
“Puedes bajar la velocidad de tu impulso, pero jamás te detengas”.

Sí, dos veces caminé como 50 metros para tomar aire como si fuera gordo subiendo escaleras pero siempre seguí avanzando porque una vez que tomas el ritmo, cualquier pausa puede hacerte dudar, ¡no lo permitas!

Sexto aprendizaje y el más importante:
“Lo único que necesitas para lograr algo, es creer en ti”.

¿Necesito explicar éste?

En fin, sé que igual y cuando lean esto me volverán a molestar con que soy hijo de Coelho pero no me importa, espero que a alguien le sirva en algún momento.

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