No
soy el que era ayer, ni quien seré mañana. Hoy simplemente soy yo en la búsqueda
constante de descubrirme, crecer y conectarme; de encontrar la razón por la que
estoy aquí. Antes no estaba consciente de lo que pasaba pero hoy, hoy estoy vivo. Podré verme igual por
fuera, pero por dentro he cambiado: cada lágrima, cada sonrisa, cada
respiración me hacen diferente.
Una
energía cada vez más fuerte se mueve, crea luz en mi interior y crece todos los
días dentro de mí; la conozco, siempre ha estado ahí. Es amor. Gracias a ella he aprendido que no necesito caer al abismo para aprender a volar; sólo debo abrir mi
corazón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario