Llegas corriendo a tu oficina porque estás esperando una llamada, tal vez se te hizo tarde, o quizá sólo quieres ir al baño, el punto es que traes prisa por llegar a tu lugar y el edificio no parece darse cuenta de ello.
Presionas el piso al que necesitas llegar y una pantalla marca cuál elevador debes tomar. Tú esperas… esperas….esperas y sigues esperando hasta que finalmente se abre una puerta.
Pero no es la tuya… es la del elevador de junto que va para el 15 y tu piso es el 14. Tú esperas… esperas….esperas y ves cómo se abren otras 3 puertas. Por fin llega la tuya.
Ya estás en tu lugar y aunque es diciembre, el aire acondicionado está al máximo (lo cual hace que te mueras de frío), vas al baño o a comprar algo (revives la experiencia de los elevadores) y cuando regresas descubres que olvidaste la credencial en tu lugar, así que debes esperar a alguien para entrar de nuevo a la oficina.
Al final del día descubres que pasaste más tiempo esperando el elevador y a que alguien te abriera la puerta del piso para entrar, que trabajando….
¿Y aún así dicen que los edificios del futuro son inteligentes?
1 comentario:
Pretextos para no trabajar eh? COn razón nunca estás en tu lugar, jajaja
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